Las cinco cosas que se pueden homologar y cómo hacerlo

Para comenzar este artículo tenemos que saber lo que hablamos. Homologar. Una palabra que mucha veces nos piden, pero que no sabemos de dónde viene. Pues vamos por partes. Homologación es una palabra que viene derivada del griego homologos (ομόλογ) y que signigfica «acordar», es el término que se usa en varios campos para describir la equiparación de las cosas, ya sean estas características, especificaciones o documentos. En varios campos, se refiere a la igualdad de reglas, normas y reglamentos que ordenan el funcionamiento de una entidad.

Sin embargo, es una palabra que usamos más de lo pensamos en el día a día. Y es que son muchos los sectores los que nos piden presentar documentos o productos homologados. Vamos a hacer un análisis de las cinco cosas más importantes que se pueden homologar en España, y lo más importante, ¿cómo hacerlo.

Título universitario

El ámbito académico es el más requerido para solicitar homologaciones. En este caso hablamos del reconocimiento oficial de títulos académicos de un país, para su reconocimiento en el extranjero. También se refiere al reconocimiento, o también llamado convalidación, de los estudios realizados en una institución académica, a efectos laborales, sin la obtención del título o diploma correspondiente que sirva para su culminación en otra institución.

Para homologar un título universitario en un país distinto al que se obtuvo, generalmente se debe realizar el trámite a través del Ministerio de Educación o ente gubernamental encargado de la educación superior en el país de destino. Se deben presentar documentos como el título original, plan de estudios, certificados de notas, entre otros, y cumplir con los requisitos establecidos por las autoridades pertinentes.

Títulos académicos

Seguimos con el ámbito de lo académico, por eso, al igual que los títulos universitarios, otros títulos académicos como diplomas o certificaciones también pueden requerir homologación en un país distinto al que se obtuvieron. El proceso generalmente implica la presentación de documentos que acrediten la validez y la equivalencia del título en el país de destino, mediante trámites ante el Ministerio de Educación u ente correspondiente. Y es que en muchos lugares nos van a solicitar esto para poder dar un paso más adelante.

Vehículos

La homologación de un vehículo consiste en el proceso de validar que cumple con los requisitos y normativas de seguridad y emisiones del país en el que se pretende utilizar. Para realizar la homologación, se suele requerir la presentación de documentación técnica del vehículo, como certificados de conformidad, pruebas de emisiones, entre otros, así como realizar ajustes o modificaciones para adecuarlo a las normativas del país. Y no te haces una idea de lo que mueve este mercado. Como nos indican desde Gestecnica, que es una empresa de homologación de vehículos, la idea de ponerla en marcha surgió gracias a la creciente demanda de homologaciones para diferentes tipos de vehículos. En su caso apuestan por la homologación de 4×4 (todoterrenos), turismos, vehículos clásicos (históricos), motocicletas, furgones vivienda (camper), homologaciones unitarias, contrastes de homologación, etc. Ahora bien, como te decimos, siempre hay que cumplir una serie de  requisitos que luego nos obligarán para pasar con éxito la correspondiente Inspección Técnica (ITV).

Productos electrónicos

Otra cuestión importante es la de los productos electrónicos, aunque es cierto que se conoce menos. Para homologar productos electrónicos como teléfonos móviles, tablets o dispositivos de telecomunicaciones, es necesario certificar que cumplen con las normativas de compatibilidad electromagnética, seguridad, y otros requisitos técnicos del país en el que serán comercializados. Este proceso suele ser realizado a través de laboratorios de pruebas autorizados y organismos de certificación reconocidos por las autoridades regulatorias.

Experiencia laboral

En algunos casos, la homologación de la experiencia laboral puede ser requerida para obtener la validación de ciertas habilidades o cualificaciones profesionales en un país distinto al de origen. Este proceso puede variar dependiendo del tipo de experiencia y el campo profesional, y generalmente implica la presentación de documentación que acredite la experiencia laboral y la validación por parte de entidades competentes en el país de destino.

Estos son los cinco principales puntos sobre los que se puede hacer una homologación. Pero no son los únicos. Por ejemplo también podemos incluir la biología, la homologación describe similitudes usadas para asignar organismos a la misma familia o taxón. O por ejemplo, la homologación económica, que es la acción de poner en relación de igualdad y semejanza dos bienes, haciendo intervenir variables físicas, de conservación, superficie, zona, ubicación, edad consumida, calidad, uso de suelo o cualquier otra variable que se estime prudente incluir para un razonable análisis comparativo de Mercado o de otro parámetro.