Mi casa futurista en un pueblo de toda la vida

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Si eres de los que piensas que no se puede vivir en un pequeño pueblo rodeado de no es compatible con tener una casa más inteligente que muchas oficinas de ciudad, es que conoces mi historia. Pero aquí estoy para contarlo, y lo hago desde un rincón tranquilo de la geografía española, donde todos nos saludamos por el nombre, y eso me encanta, con una vivienda que parece salida de una película de ciencia ficción.

La decisión de convertir mi casa en un espacio tecnológico no vino por presumir, sino por comodidad. Siempre he sido un apasionado de la domótica y la innovación, y pensé: ¿por qué no traer el futuro a mi hogar, aunque esté rodeado de ovejas en lugar de coches eléctricos?

Todo empezó con una pequeña idea: controlar las luces desde el móvil. Pero como suele pasar, una cosa llevó a la otra. Ahora bien, es cierto que, y como siempre se dice, para comenzar a hacer una casa no hay que hacerlo por el tejado, pues bien, en este caso sí. Lo primero que hice fue hacer una buena estructura por arriba. Lo primero que hice fue poner cubiertas de madera, la verdad es que los profesionales de Cubierta Estévez lo hicieron de maravilla, y en este caso, lo que hicieron es poner la base por alto para que yo pudiera meter todo el sistema de domótica.

Hoy mi casa tiene persianas inteligentes que se abren solas cuando sale el sol y se cierran si llueve o hace demasiado calor. Tengo un sistema de climatización que detecta la temperatura de cada habitación y ajusta el ambiente según mis preferencias, sin que tenga que tocar nada.

Instalé cámaras de seguridad con reconocimiento facial, sensores en puertas y ventanas, y una cerradura inteligente que se abre con mi huella digital o desde el móvil. Ni llaves necesito ya.

También tengo asistentes de voz en casi cada habitación, y gracias a ellos puedo encender la cafetera sin salir de la cama o poner música solo con pedirlo.

La cocina es otro nivel: tengo electrodomésticos inteligentes que me avisan si me falta algo en la nevera o si he dejado el horno encendido. Incluso tengo un robot aspirador que limpia mientras yo doy un paseo por el campo.

Para el ocio, monté un sistema de cine en casa con proyector 4K, sonido envolvente y control total desde mi tablet. Y sí, incluso la iluminación se adapta según lo que estoy viendo. La verdad es que a mis amigos les encanta venir a ver los partidos de Champions porque se ve de cine. El último partido que vimos fue la eliminación del Barcelona a manos del Inter.

Algunos vecinos al principio me miraban raro. Ahora vienen a pedirme consejos para instalar lo mismo en sus casas. Y aunque sigo disfrutando de los desayunos en la plaza y las charlas en la carnicería, me gusta saber que cuando cruzo la puerta de casa, entro en el futuro.

Porque vivir en un pueblo no significa vivir atrasado. Al contrario, ahora creo que el campo y la tecnología hacen muy buena pareja.

Tecnología instalada

Pues por supuesto que no me falta la famosa asistentes de voz, en este caso, Alexia. Y oye, para un sitio tan tranquilo como es mi pueblo, muchas veces me hace compañía. Pero tranquilos, que no estoy loco.

Tengo también persianas automáticas con sensores de luz y clima, y esto es una gozada porque para zonas rurales viene muy bien. Además tengo un sistema de climatización inteligente, con termostatos y sensores por habitación.

Lo que más llama la atención es que tengo cámaras de seguridad con reconocimiento facial, y eso es algo que cuando viene mi tía Maruja se queda sin palabras. También tengo cerradura inteligente con huella y acceso remoto

Los sensores en puertas y ventanas, los electrodomésticos inteligentes (frigorífico, horno, cafetera), el robot aspirador programable es algo que te va a quitar muchos problemas. En mi caso, lo que hago es dejarlo puesto y que haga su trabajo mientras yo me voy al bar de Felipe a tomar unos chatos de vino.

Por supuesto, no te puede faltar la Iluminación LED controlada por voz y app y un sistema de cine en casa (proyector, sonido envolvente, control centralizado).

Y esto es lo que os quería contar. Os quería hablar de mi casa futurista en un pueblo de toda la vida. Es bonito mirar por la ventana y ver que sigue mi pueblo, pero luego ver que dentro tengo toda la tecnología para poder estar a la última.