No te puede fallar el wifi

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Un día sin wifi puede ser una sesión caótica. Sentimos que el mundo conspira contra nosotros. Sufrimos cierta ansiedad. Notamos que hay algo que no va bien. Las aplicaciones del móvil, el ordenador, la televisión… Todo lo tenemos conectado a la red. Por eso le damos tanta importancia a tener una buena conexión a internet y obtener un buen precio.

Vivimos interconectados. Utilizamos más el móvil mediante aplicaciones que por el uso para el que fue inventado, llamar y recibir llamadas. Nos comunicamos por medio de sistemas de mensajería instantánea, en los que además de texto enviamos mensajes de audio, videos e imágenes. Con un clic tenemos acceso a las últimas noticias, realizamos gestiones o compramos los productos que necesitamos. Cuando estamos en un lugar con wifi, nos conectamos a ella para ahorrar datos que hemos contratado en nuestro plan de telefonía. Cuando suscribimos un contrato con una compañía telefónica, tenemos en cuenta los megas que nos ofrecen, tanto como los minutos de llamada.

Hemos convertido las redes sociales en una ventana al mundo. Desde nuestro teléfono móvil o desde el ordenador seguimos perfiles de personas o grupos que hacen cosas que nos parecen interesantes. Una forma de divertirnos, formarnos e informarnos. Desde esas redes sociales compartimos con los demás lo que valoramos importante.

Internet se ha convertido en el principal suministrador de ocio. Ya no escuchamos la radio como antes, preferimos descargarnos una aplicación de música por streaming y seleccionar las canciones y artistas que nos apetece oír. Delante del televisor, pasamos horas muertas viendo series y películas que nos ofrecen las plataformas.

Pero internet no solo sirve para uso personal. Su incorporación al mundo laboral y profesional ha permitido a las empresas un trasvase de información rápido y ágil. Las compañías se comunican con facilidad con sus clientes, para recibir encargos o para informarles sobre el estado de los mismos; con los trabajadores, como una herramienta para organizar el día a día, y para guardar información en la nube, que ya no satura los discos duros de los ordenadores, ni inunda las estanterías con archivadores.

Internet en el trabajo.

El 98% de las empresas españolas con más de 10 trabajadores tienen acceso a internet. En un par de décadas, el mundo de la empresa ha vivido un proceso intenso de transformación y adaptación a las últimas tecnologías. Las compañías han luchado por no quedarse atrás. En el camino han transformado radicalmente muchos aspectos de su funcionamiento. La revista KPMG Tendencias nos comenta como Internet ha cambiado el mundo de las empresas:

  • Comercio electrónico. Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadísticas) un 50,1% de los consumidores realizan acciones de comercio electrónico, aunque sea de manera puntual. Internet permite a los usuarios realizar compras 365 días al año durante 24 horas y desde cualquier sitio con acceso a la red. El proceso de compra, tanto de particulares como de empresas, ha cambiado. Antes de efectuar una transacción recabamos información sobre el producto o la empresa por internet.
  • Teletrabajo. La opción de trabajar en casa, solo con tener un ordenador y wifi, permitió que la economía no se parará ni en condiciones de confinamiento durante la pandemia del COVID-19. Este suceso aceleró un fenómeno laboral que anunciaba con instalarse, y que supone un punto de inflexión en la conciliación de la vida laboral y familiar.
  • Marketing. La presencia de las empresas en redes sociales y los anuncios por internet representan un cambio en la relación que los productores tienen con los consumidores. Las acciones por internet han desplazado en gran medida a la publicidad tradicional, estableciendo mecanismos al que tienen acceso cualquier empresa o profesional, sin necesidad de hacer un gran desembolso económico. La interacción con los clientes reales o potenciales, así como su comportamiento por internet, permite conocer más en profundidad los hábitos de consumo y, por tanto, ofrecer servicios y productos más acordes a ellos.
  • Selección de personal. Las empresas publicitan a través de su sitio web, por medio de redes sociales o utilizando las plataformas de empleo, la provisión de puestos de trabajo que necesitan cubrir. En muchas ocasiones, desde estos sitios web se pueden enviar los curriculums e información relevante. Internet ha cambiado el proceso de búsqueda de trabajo, ahorrando tiempo y haciéndolo más eficaz.
  • Documentación. Los documentos en papel, que ocupaban mucho espacio y necesitaban un tratamiento especial para localizarlos con rapidez, se han sustituido por procesadores de texto y de datos más accesibles. Los nuevos alojamientos en la nube ahorran espacio en los equipos informáticos.
  • Smart work. La utilización de software especializado que realizan de manera automática tareas repetitivas y burocráticas han descargado a las empresas de trabajos que ocupaban una gran cantidad de tiempo, liberando recursos humanos para destinarlos a funciones que aportan un mayor valor añadido.

Estas solo son algunos de los cambios importantes que internet ha traído a las empresas, haciendo que funcionen de una manera diferente a como lo hacían antes.

Ocio. Plataformas de streaming.

Un indicador de cómo internet ha entrado con fuerza en nuestra vida es el auge que han alcanzado las plataformas de streaming. El periódico El Economista indica que el 63% de los usuarios que consumen contenido de entretenimiento on line lo hacen por medio de estas plataformas.

Tres de cada cinco españoles tienen al menos cuenta en dos plataformas distintas. Su tráfico ha aumentado un 70% en el último año. Aparte de las grandes plataformas de pago como Netflix, Amazon Prime o Spotify (en audio), las grandes productoras de televisión nacionales han hecho un gran esfuerzo para incorporarse al sector: RTVE, A3 media, Mi Tele. Sucede lo mismo con los operadores de telefonía: Movistar, Orange TV, etc.

Las plataformas han cambiado la forma en que consumimos productos audiovisuales. Mientras antes esperábamos expectantes a que llegara el día y la hora para ver nuestra serie preferida, ahora podemos visionarla cuando queramos y todos los capítulos que nos apetezca. Como si tuviéramos una novela entre las manos.

La popularidad que han alcanzado ha rebasado el intervalo de edad que tenían en un principio, situado en personas de 20 a 40 años. Según algunas estadísticas, las personas mayores de 50 años destinan un 27% de su tiempo en ver películas y series por este medio.

Las plataformas de streaming han reducido un 25% la piratería en España. Hace 10 años, España se encontraba en el ranking de los 5 países que más infracciones cometía contra la propiedad intelectual debido a la descarga ilegal de películas por internet. La oferta variada y de calidad que ofrecen las plataformas ha terminado por relegar estas prácticas.

Problemas de suministro de wifi.

Visto lo importante que es para nosotros internet, buscamos un proveedor que nos asegure un wifi de calidad y sin interrupciones. La mayoría de las compañías compiten entre sí por el precio. Desde Oroc, un proveedor móvil virtual (OMV), nos comentan, que si bien el precio es importante, la diferencia entre una compañía y otra lo marca el servicio.

Detalles como que los megas ofertados se correspondan con los consumidos y que no aparezca ninguna sorpresa en la factura, el hecho de que no exista compromiso de permanencia o de que ante cualquier problema la compañía ofrezca un servicio técnico inmediato son muy valorados por los usuarios.

Gran parte de los problemas que surgen en el suministro de wifi viene determinado por la cobertura de la zona y la potencia del router. Los datos circulan por cables de fibra óptica aprovechando la instalación de las antiguas líneas telefónicas. El router es un emisor de radio que recibe la señal por cable y la difunde por la casa a través de ondas. Los dispositivos reciben las ondas y reproducen la información.

Antes de contratar wifi debemos asegurarnos de que nuestra ubicación está bien cubierta por cable a través de las instalaciones de Movistar, Ono, Orange o cualquier otra compañía con infraestructura propia. Los proveedores pagan un canon a estas compañías por usar su red.

Problemas como tener una velocidad de internet más lenta de la contratada, que la conexión se caiga de forma aleatoria o que los dispositivos reconozcan el wifi, pero no se puedan conectar a él, están propiciados en gran medida por la calidad y potencia del router.

Que existan otras líneas de wifi en el mismo edificio o la presencia de algunos electrodomésticos como microondas causan interferencias. Dependiendo de la potencia que tenga el router, estas anomalías se percibirán en mayor o menor medida.

En ocasiones, los routers se reinician automáticamente, interrumpiendo la emisión de ondas wifi. Una de las maneras de descartar que haya un problema de cobertura y que todo se reduzca al enrutador, consiste en conectar directamente un ordenador por medio de un cable de Ethernet. Si percibimos que la velocidad de los datos es la adecuada, el problema está en el router.

Los operadores suelen ceder este aparato al contratar con ellos el wifi. Si observamos que no funciona correctamente, debemos ponernos en contacto con su servicio técnico para que lo reparen o nos proporcionen uno nuevo.