Conducta y ética laboral certificadas

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En los tiempos que corren, todo se puede certificar. Hasta la conducta laboral y las prácticas éticas y sostenibles. Existen certificaciones de diversos tipos que permiten garantizar una serie de aspectos en las empresas. En este caso vamos a hablar de la certificación BSCI que es, en la actualidad una de las más solicitadas. Como es de suponer, obtener este tipo de certificaciones que acreditan las buenas prácticas dentro de una empresa, supone alcanzar unos estándares y cumplir con ello.

Dentro de la misma línea que las certificaciones AENOR de calidad, las concernientes a las condiciones laborales, requieren una auditoria que confirme que se siguen las pautas definidas dentro del código. Para que lo entendamos, diremos que el Código de Conducta BSCI hace referencia a Business Social Compliance Iniciative. Es decir, una iniciativa que se centra en establecer un protocolo a nivel social para las empresas, en cualquier lugar del mundo. La creación de este sello no es otra que la Asociación de Comercio exterior que diseñó el sistema en base, a las normas laborales y de seguridad laboral, desarrolladas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Aquellas empresas que apuesten por obtener esta certificación, tienen un objetivo común: fomentar la mejora continua en lo que a desempeño social respecta, por parte de las empresas que forman parte de la cadena de suministro. No importa el sector, tan solo que se apoyen y fomente las condiciones de trabajo sostenibles. De esto saben muy bien nuestras amigas de Hello Bags, cuyos bolsos y carteras de diseño propio, salen de una empresa que cuenta con esta certificación. En su caso adquiriendo un compromiso de remuneración justa, jornada de trabajo justa, salud y seguridad en el entorno laboral y todos los aspectos que señala el certificado y de lo que hablaremos a continuación.

Certificado BSCI, un código de conducta

Una certificación de esta categoría debe fundamentarse en una serie de principios básicos que sustenten el sistema. Dentro del código BSCI debemos considera los siguientes principios para cumplir con el certificado y garantizar un estándar de conducta.

  • Cumplimiento de las leyes y la legislación vigente en cuestiones de salud y seguridad laboral de aplicación a las empresas.
  • Horas de trabajo legales, cumpliendo con los criterios descritos en la legislación laboral vigente.
  • Equidad en la compensación, es decir, los cálculos de compensación en caso de despido deben ser acordes con la regulación correspondiente.
  • Prevención en lo relativo al trabajo infantil, prohibid legalmente el trabajo infantil y evitar que se produzca en las empresas.
  • Prevención en el trabajo forzoso, en el que se requieren sanciones penales previstas por la ley, sin el consentimiento de un trabajador no se puede obligar a trabajar, ni puede emplearse en un trabajo no deseado.
  • Libertad de asociación y derecho a la negociación colectiva. Los empleados tienen derecho a participar en actividades sindicales sin ser obstruidos.
  • Prevención de todas las formas de discriminación. Empleados de diferentes religiones o culturas deben recibir los permisos adecuados y correspondientes a las horas de culto y no debe existir favoritismo entre empleados.

Sobre estos principios básicos y éticos, se desarrollar el sistema BSCI, como iniciativa claramente orientada e los negocios y diseñada para aplicarse a las empresas comprometidas. Aquellas que tienen la intención de mejorar las condiciones de trabajo en la cadena de suministro global. Por lo que no se trata de una normativa estatal, sino internacional.

El sello fue creado, como ya hemos mencionado, por la Asociación de Comercio Exterior, en el año dos mil tres, hace más de dos décadas. Con su creación, se pretendía asegurar la coherencia y armonía empresarial, en las empresas que buscaban y buscan, la cohesión social. Esta iniciativa ha permitido establecer una plataforma común que rija los códigos de conducta y sistemas de monitoreo de las diferentes empresas. El trabajo en este sentido, fue completado en el año dos mil cuatro, momento en el que el sistema se ha implementado en todo el mundo. Dentro de su alcance, puesto que ha logrado un crecimiento muy rápido, en el dos mil once, se incluyeron aspectos relativos a la sostenibilidad, lo que propició que se adoptara una estructura organizativa más sólida.

Las empresas que participan en este sistema y cuentan con la certificación BSCI, cuentan con una serie de ventajas que debemos tener en cuenta:

  • Las empresas utilizan un sistema eficaz, adecuadamente establecido para mejorar las condiciones laborales.
  • Proporciona el acceso a herramientas de auditoría completas en diversos idiomas, lo que garantiza un seguimiento consistente dentro de la cadena de suministro.
  • Permite acceder a una red de empresas auditoras internaciones, previamente certificadas por BSCI, lo que implica un servicio de auditoría de alta calidad.
  • El acceso a la base de datos de proveedores donde los datos de la auditoria se mantienen unidos, es otra de sus ventajas. En este caso ahorra tiempo y dinero puesto que se evitan las múltiples auditorias en el mismo centro de trabajo.
  • Beneficios en lo que a actividades de formación conjunta respecta, en las cuales participan proveedores de BSCI.
  • Cooperación con empresas europeas y del país proveedor.
  • Compartir y mejorar las prácticas relativas a la cohesión social.
  • Participar de forma directa en el desarrollo del sistema.
  • Contar con información regular respecto a noticias y eventos dentro el campo del cumplimiento social.

Importancia de la certificación BSCI

Teniendo en cuenta las partes principales de las que consta el actual sistema del código de conducta social BSCI, podemos determinar porque se trata de algo tan esencial e importante.

La introducción, comentarios, valores y aplicaciones de ámbito empresarial, es la primera de sus partes a considerar. La segunda, implica los principios que abordan los socios comerciales de aquellos que cuentan con la certificación. Por último, se contemplan las condiciones de aplicación del certificado, la referencia y el glosario, como parte integrante del Código. Esto proporciona la información más detallada sobre cómo debe interpretarse e implementar el sistema.

Cuando la Asociación de Comercio Exterior, concibe el sistema BSCI, se reconoce en el mismo, el comercio internacional como herramienta necesaria, tanto para el bienestar de las personas como para el crecimiento económico social. Lo que nos lleva a la conclusión de que el código de conducta BSCI, constituye un conjunto de principios y valores que reflejan fielmente, las creencias de aquellos que participan, junto a las expectativas de sus socios comerciales. Se trata, por lo tanto, de un sistema que incluye principios de otras convenciones internacionales como puede ser la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Derechos de los Niños y Principios Empresariales, entre otras muchas.

De tal manera que las organizaciones comerciales que aprueban la certificación y adoptan el sistema que propone, demuestran su determinación a la hora de cumplir con sus responsabilidades: respetar los derechos humanos dentro del alcance de los principios y dominios que el certificado especifica.

En definitiva, diremos que este código de conducta, abarca a los participantes del BSCI, los socios de la cadena de suministro y los fabricantes. Los anexos al final de la misma, constituyen una parte integral del sistema. Se trata por lo tanto, de una iniciativa que se basa en los negocios y se ha diseñado para los negocios, de tal manera que se centren en procurar las mejoras necesarias dentro de las condiciones del negocio en cuestión, así como en los lugares de trabajo. De tal manera que se proporciona a las empresas una serie de reglas de conductas comunes y un sistema que garantiza el cumplimiento social. Los participantes son empresas minoristas e importadoras que realizan actividades comerciales en todo tipo de sectores.

Todos aquellos que forman parte de la certificación BSCI, así como sus socios comerciales, luchan por mejorar las condiciones de trabajo en la cadena de suministro, integrando los códigos de conducta propuestos, dentro de la cultura de cada negocio. Lo que implica actuar con diligencia e identificar el riesgo e impacto, con antelación.

Prima el concepto de la responsabilidad y el enfoque responsable de la ejecución de las actividades, por lo que existe un compromiso de mejora en las condiciones laborales.

Dicho de otra manera, el código de conducta BSCI, requiere que se cumplan una serie de regulaciones legales, bajo un enfoque ético y responsable. Tanto las reglas como las condiciones que propone, proporcionan el marco legal adecuado para proteger y fomentar la responsabilidad social. Este aspecto resulta esencial en casos de auditoría, puesto que estás, solo pueden realizarse tras firmar las reglas y condiciones de aplicación relevantes. Tras la firma se pasa la auditoria para comprobar su cumplimiento.                                                                                                   Aquellas empresas que disponen de una certificación BSCI, sean de la índole que sean, garantizan el cumplimiento de ciertos estándares de calidad y compromiso social. Lo que quiere decir que adquirir productos de empresas que forman parte de este sistema, nos convierte en personas más éticas y responsables. De algún modo, al adquirir productos de estas empresas, contribuimos a que la cadena de suministro sea, a su vez, más responsable. Se trata de algo que nos beneficia a todos. En resumidas cuentas, la sociedad es un engranaje y todos formamos parte de la cadena de suministro.