A lo largo de nuestro día a día, podemos encontrar un sinfín de necesidades o de deseos. Ningún día es malo cuando descubrimos la existencia de un producto o servicio que puede hacernos la vida mucho mejor. De hecho, solemos experimentar este tipo de situaciones con un gran alivio. Y la verdad es que no es de extrañar ni mucho menos. El principal objetivo que tenemos en nuestra vida es tener cierta comodidad y cualquier cosa que nos ayude a disponer de ella es bienvenida a nuestras vidas.
Pero claro, la manera en la que adquirimos esos productos o servicios ha cambiado de un modo radical en los últimos tiempos. Hemos pasado de adquirir las cosas tomándonos todas las molestias del mundo, acudiendo a tiendas especializadas y buscando prácticamente calle a calle lo que necesitábamos, a hacerlo a golpe de clic, con teclear algunas palabras clave en Google y dejar que sea este buscador el que nos proporcione los resultados que entiende que son mejores para nosotros. Ahora es mucho más cómodo poder encontrar aquello que buscamos y no es necesario que tengamos que invertir tiempo y dinero en acudir a una tienda u oficina específica.
Una información publicada en la página web de Statista revelaba cuáles eran los tipos de productos que las personas suelen adquirir online en España. Hay varias categorías que suelen ser las dominadoras en este tipo de clasificación: el ocio y la moda son las que dominan en el ámbito digital gracias a una compra por parte del 78% de la gente que adquiere productos online. Los viajes y el calzado, con un 74% y un 73% respectivamente, son las dos categorías que les van a la zaga a las otras dos que dominan. Seguro que muchas de las personas que habéis empezado a leer este artículo habéis adquirido algún producto ligado a estas cuatro categorías en las últimas semanas.
Yo soy de esas personas que han pasado de comprar mayoritariamente en una tienda física a hacerlo online. Y una de las últimas compras que he realizado no se encuentra dentro de ninguna de esas cuatro categorías que mencionaba en el párrafo anterior. En concreto, a lo que me refiero es a la compra de ventanas de PVC. Seguro que algunos de vosotros consideráis que estoy loco y que ese tipo de productos es mejor comprarlos todavía en una tienda física, pero lo cierto es que la experiencia que he tenido no ha sido en absoluto desagradable. De hecho, he realizado dos cambios de ventanas en distintos años en mi casa, uno comprando las ventanas en una tienda específica y otro a través de una web, y entre las dos cosas me quedo sin dudarlo con la segunda.
El primero de esos cambios llegó hace más de dos décadas. Como es lógico, todavía no existía el comercio online a pesar de que sí que había gente que usaba Internet y empresas que tenían página web. La experiencia no fue del todo buena porque me costó bastante encontrar una entidad que se ajustará lo que yo quería y que tuviera unos precios que también se relacionaban con el presupuesto que yo tenía en la cabeza. Luego, además, las ventanas no resultaron ser de la calidad que yo esperaba y eso hizo que, hace algunos meses, empezara a plantearme la posibilidad de volver a cambiarlas.
De cara a esta nueva situación, tenía claro que quería explorar la posibilidad de comprar las ventanas online. Mi mujer no estaba muy de acuerdo en un principio porque siempre ha sido partidaria de adquirir todo tipo de objetos y productos para nuestra vivienda físicamente para poder verlos de una manera directa. Yo me preguntaba por qué no íbamos a poder adquirirlos de una manera cómoda y sencilla para nosotros.
¿Quién dijo que no era recomendable comprar ventanas online? Supongo que estará pidiendo que le trague la tierra. Mi experiencia fue buena y agradable, sobre todo porque no me tuve que enredar visitando tiendas físicas a las que muchas veces no tengo tiempo de acudir. Con hacer una pequeña búsqueda online pude hacer una primera selección de las que más me interesaban por precio y por lo que entendía que eran productos de calidad. En mi caso, di con Ventanas de PVC Granada y el aprovechamiento que estoy haciendo de este tipo de ventanas (las que tenía antes no eran de PVC) está siendo máxima durante estas primeras semanas que llevan instaladas.
Digo lo del aprovechamiento porque, a efectos por ejemplo del aislamiento, esta opción ha sido muy buena. Lo primero que noté es que el aislamiento acústico es mucho mejor, algo que es fundamental para personas que, como yo, vivimos en zonas en las que hay bastante tráfico y en las que también existe bastante ocio nocturno. Por otro lado, el aislamiento térmico también ha sido importante puesto que he conseguido que el piso se mantenga fresquito durante los meses de verano, algo que no había conseguido en ningún otro momento anterior.
El comercio online ha venido para quedarse… y crecerá más
Vería lógico que pensarais que, si ya hay gente que compra ventanas online, cualquier tipo de producto ya puede ser adquirido desde el sofá de nuestra casa y con un solo clic. Esa es la realidad a la que nos encaminamos, una realidad que realmente ya está aquí y que ha venido para hacer de la vida de la gente algo más cómodo de lo que era antes.
Y es que cada vez son más las personas que se animan a adquirir cualquier tipo de producto a través de su móvil o de su ordenador. Esta que vamos a compartir a continuación es la frecuencia con la que los consumidores compran en Internet en el interior de nuestras fronteras. El 39% de la gente suele comprar una vez al mes, siendo este el grupo de personas más grande. El 25% adquiere algo una vez cada dos semanas, mientras que un 19% nada despreciable lo hace una vez a la semana, una frecuencia más baja y que denota que hay personas que ya se han habituado a esta manera de comprar y que ya no pueden vivir sin ella.
Seguro que en vuestros pueblos o ciudades cada vez hay más locales comerciales que se encuentran vacíos y que en algún momento albergaron un negocio. También es posible que edificios de oficinas completos ya no tengan el uso que otrora tenían. La llegada de Internet tanto para comprar como para teletrabajar ha supuesto un cambio realmente interesante e importante para nuestra sociedad y hace que los espacios de trabajo y compra físicos cada vez cuenten con una importancia más pequeña.
Todos los negocios, o al menos una buena parte de ellos, tiene o ha pensado en disponer de una página web para empezar a comercializar sus productos online. Es una necesidad muy grande a día de hoy porque nos permite entrar en un mundo en el que nuestro público objetivo puede crecer de una manera exponencial y en el que, por tanto, los ingresos se pueden maximizar de una manera mucho más sencilla de lo que se maximizaban antes.
De hecho, una de las cosas en las que más se nota lo que os acabamos de decir es que la estrategia publicitaria de las empresas ha pasado de ser offline a ser prácticamente online al 100%. Todos los negocios procuran hacer anuncios que les puedan posicionar en Google y también trabajan en el SEO. El objetivo en muchas ocasiones no es ni siquiera que accedamos a la página principal de su web, sino que lo hagamos directamente a esa dirección en la que comercializan de una manera directa sus productos. Es así como se multiplican las ventas y es así como muchos de nosotros hemos conocido empresas a las que más tarde les hemos comprado un producto o les hemos contratado un servicio.
Tener una web va a terminar siendo obligatorio incluso para la empresa más pequeña que os podáis imaginar. Y es en ese momento cuando todas y cada una de las empresas de este país y las de los demás países de la Unión Europea confían en la venta online, un modelo de negocio que ya nos ha sacado de dos crisis económicas como la que empezó en 2007 y también como la que se desarrolló por culpa del coronavirus, la cual paralizó prácticamente por completo el mundo. La rapidez con la que hemos salido adelante y se han recuperado los registros de antes de la pandemia no hubiera sido posible si no existiera el consumo online.
Una buena parte de la sociedad ya se ha adaptado por completo a ese entorno de la compra y venta online de productos. Únicamente es la gente más mayor la que no se encuentra familiarizada con este tipo de comercio. Sin embargo, y a medida que pasen los años, cada vez va a ser más grande el porcentaje de gente que sepa manejarse dentro de este entorno.